Mercado espera que Copom agregue 1 punto porcentual a Selic y eleve la tasa a 5.25% por año
oh dólar y la Bolsa de Valores de Brasil cerró este miércoles 4, horas antes de que el Banco Central anunciara la nueva tasa de interés y con el riesgo fiscal volviendo al radar. La moneda norteamericana terminó el día con una caída de 0,13%, a R$ 5,186. El tipo de cambio alcanzó un máximo de 5,246 R$, mientras que el tipo de cambio mínimo no superó los 5,165 R$. El dólar terminó el día con un alza de 0,531 TP3T, a R$ 5,193. oh Ibovespa, referencia B3, cerró con una caída de 1.44%, hasta 121.801 puntos. La sesión bursátil de este martes día 3 finalizó con un incremento de 0,87%, hasta 123.576 puntos.
La reciente aceleración de la inflación hace que el mercado apueste por un aumento de 1 punto porcentual en la Selic por parte del Comité de Política Monetaria (Copom), elevando la tasa de interés a 5,25%. En la última reunión, en junio, la junta señaló que debía repetir la dosis de 0,75 puntos porcentuales, pero “dejó la puerta abierta” a un aumento más robusto. El mercado financiero volvió a elevar sus perspectivas para el Índice Amplio de Precios al Consumidor (IPCA), el medidor oficial de inflación Brasileño, a 6.79%. Esta fue la decimoséptima semana consecutiva en que la estimación se revisó al alza. En la última edición, la previsión indicaba un aumento de 6.56%. El BC persigue una meta inflacionaria de 3.75%, con un margen de 1.5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, es decir, entre 2.25% y 5.25%. El avance del índice fue de 0,72% en julio, el valor más alto desde 2004, y acumuló 8,59% en los últimos 12 meses. Los analistas de mercado también revisaron al alza la expectativa para el IPCA 2022, de 3.80% a 3.81%. El objetivo para el BC el próximo año es 3.50%, con una variación entre 2% y 5%. Pese al nuevo avance de las expectativas de inflación, el mercado mantuvo la previsión de la Selic, principal herramienta del BC para contener las variaciones de precios, en 7% anuales en 2021 y 2022.
Los inversores también reflexionan sobre el retorno del riesgo fiscal tras la nueva crisis precatório y los debates en torno a la reformulación de Bolsa Família. Parte del fondo que el gobierno quiere crear con la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) de órdenes judiciales Se utilizará para financiar acciones sociales. El documento, elaborado por Ministerio de Economía, ya ha sido entregado a la Casa Civil y será presentado al Congreso este jueves 5. El Ejecutivo también deberá presentar esta semana la Medida Provisional (MP) que crea Auxílio Brasil, como se llamará el nuevo paquete de ayuda para los más vulnerables, como Bolsa Familia. La PEC de precatório, como se denomina a las deudas de la Unión que ya no están sujetas a recursos judiciales, propone la formación de un fondo con recursos de privatización y la venta de otros bienes públicos, como los inmuebles. El proyecto del equipo económico determina que 60% de los recursos de este fondo son para reducir la deuda pública, 20% para el pago de órdenes judiciales y 20% para el área social.
El fondo está siendo diseñado para estar fuera del techo de gasto, la norma aprobada en 2016 y que limita el gasto de la Unión al presupuesto del año anterior ajustado a la inflación. En el razonamiento económico, los ingresos provenientes de privatizaciones y ventas de activos no son corrientes y no cumplen con las reglas de barrera fiscal. El texto determina que el valor de las órdenes judiciales pagadas anualmente se limita a 2,6% de Ingresos Corrientes Netos (RCL). Los pagos se dividirán en tres tramos: todas las órdenes judiciales de hasta 66.000 rands se pagarán inmediatamente; las deudas superiores a R$ 66 millones, denominadas super precatório, se pagarán a plazos con un pago inicial de 15% del valor en 2022 y el resto se dividirá en nueve cuotas anuales iguales; los valores entre estos extremos se ordenarán en orden ascendente. Según las cuentas del gobierno, el presupuesto tiene recursos para pagar todas las órdenes judiciales inferiores a 450.000 rands.